“La lectura, además de acertijo y construcción, es un espacio habitable; una casa en obra donde se va haciendo uno sus costumbres, sus deleites, sus consuelos, sus rituales”
Graciela Montes
Comenzamos el proyecto "Susurradores de Poesías" -tomado de la experiencia del comando poético francés Les souffleurs (Los susurradores)- con la intención de hacer que el trabajo del aula con poesía cobre nuevos sentidos y permita nuevas experiencias. Se trata de que los alumnos se familiaricen con los textos poéticos y ejerzan prácticas propias de la lectura literaria poética.
Este grupo tiene como consigna irrumpir en espacios públicos (bibliotecas, eventos, exposiciones, embotellamientos, filas de espera), y decir al oído de quien lo desee un fragmento o un breve poema. Su filosofía pretende “practicar el arte contra la diversión, lo esencial contra lo estratégico y el júbilo contra lo convencional”. Sus integrantes se visten de negro y el instrumento a través del cual susurran es un tubo hecho de cartón, plástico o una simple caña hueca, que denominan “ruiseñor”.
El objetivo final de este proyecto es poder conformar un "comando" de Susurradores en la escuela, que se dé la tarea de difundir esta práctica, convocar a todos los que quieran llevar adelante la misma, y también aprender poesía como una forma de comunicarnos, una fuente de emociones a expresar, escuchar las interpretaciones que cada uno hace sobre los poemas y leer, escuchar y aprender poesías.
Como primer momento, las y los invitamos a ver el siguiente vídeo en el que Mirta Colángelo, (llamada "el hada de los susurradores" por ser quien formó y difundió esta práctica en Argentina), habla sobre la función reparadora del arte. Nuestra primera tarea será reflexionar sobre el arte, el lugar que ocupa en nuestras vidas, nuestras familias, nuestra escuela, nuestra ciudad...
Este grupo tiene como consigna irrumpir en espacios públicos (bibliotecas, eventos, exposiciones, embotellamientos, filas de espera), y decir al oído de quien lo desee un fragmento o un breve poema. Su filosofía pretende “practicar el arte contra la diversión, lo esencial contra lo estratégico y el júbilo contra lo convencional”. Sus integrantes se visten de negro y el instrumento a través del cual susurran es un tubo hecho de cartón, plástico o una simple caña hueca, que denominan “ruiseñor”.
El objetivo final de este proyecto es poder conformar un "comando" de Susurradores en la escuela, que se dé la tarea de difundir esta práctica, convocar a todos los que quieran llevar adelante la misma, y también aprender poesía como una forma de comunicarnos, una fuente de emociones a expresar, escuchar las interpretaciones que cada uno hace sobre los poemas y leer, escuchar y aprender poesías.
Como primer momento, las y los invitamos a ver el siguiente vídeo en el que Mirta Colángelo, (llamada "el hada de los susurradores" por ser quien formó y difundió esta práctica en Argentina), habla sobre la función reparadora del arte. Nuestra primera tarea será reflexionar sobre el arte, el lugar que ocupa en nuestras vidas, nuestras familias, nuestra escuela, nuestra ciudad...
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